Los móviles no venían desde siempre con Google Play; desde que los equipos móviles comenzaron a evolucionar, a hacerse más inteligentes y sus funciones más variadas; aparecieron las apps y se empezaron a transformar volviendo una extensión del cuerpo de las personas.
Pocas personas sienten que pueden “vivir” sin sus móviles; se entretienen, pasan tiempo de ocio y por supuesto trabajan con ellos; de allí nace la prioridad de tener siempre disponible un equipo móvil en total funcionamiento.
Originalmente los móviles tenían funciones limitadas y memorias muy pequeñas que imposibilitaban la incorporación de nuevas actividades.
Al mejorar la tecnología se crean las primeras aplicaciones externas que podían ser ingresadas luego al móvil; se comienza a tener la necesidad de crear un lugar donde estas puedan ser obtenidas, un lugar seguro que sirviese de enlace para que los desarrolladores pudieran subir sus trabajos y los usuarios tomar de allí lo que necesitasen.
Con esta idea se crearon las primeros “App Store” o “Market Place”; es decir los primeros espacios que funcionaron como “mercados” para las aplicaciones.
Aunque al inicio la oferta de Apps y las demandas no eran muy altas, con el transcurso del tiempo, el desarrollo de aplicaciones se volvió un negocio totalmente rentable que le permite a muchísimas empresas, servicios, personas naturales, entre otros; llevar su idea a todas partes del mundo.